La propaganda se utiliza con el propósito de manipulación psicológica, para generar fabricaciones mentales y reacciones emocionales, que están destinadas a tomar el control, el poder, los beneficios y las ventajas a expensas de la víctima. La propaganda está esencialmente incrustada en muchas formas de relaciones públicas, campañas de marketing, anuncios y redes sociales que están diseñadas para seducir y persuadir a las personas mediante la manipulación de su mente inconsciente, deseos e impulsos instintivos. Actualmente, las mismas tácticas de Propaganda han avanzado hacia la era digital, que sirve como un medio aún más efectivo para las tácticas de control mental al difundir desinformación a escala global. Distraer a las masas con un mundo completamente nuevo de propaganda digital que utiliza robots de spam, algoritmos e inteligencia artificial. Estos pueden estar destinados a convertir en armas la información que se utiliza más específicamente para la manipulación psicológica y para dar forma a narrativas falsas.
Las personas toman decisiones basadas en la información que se les ha proporcionado y que tienen a su disposición en su entorno. Pueden hacer suposiciones o tomar decisiones basadas en información falsa y, de manera acumulativa, la exposición constante a narrativas falsas da forma a su realidad personal e influye en la cultura popular. Aquellos que buscan controlar o esclavizar a otros saben que dar forma a las narrativas se vuelve absolutamente crucial en el control de grupos de personas, con el fin de diseñar comportamientos socialmente y moverlos en la dirección que el controlador quiere que vayan.
Aquellos que tengan el mayor conocimiento, inteligencia y conciencia de lo que realmente está sucediendo en los eventos mundiales tendrán la ventaja más estratégica. Aquellos que no tienen acceso a información precisa, que tienen poca conciencia de eventos más grandes o conocimiento veraz sobre la realidad, son manipulados y engañados para creer en falsas impresiones e ilusiones y estarán en mayor desventaja. El conocimiento y la conciencia de la verdad es poder personal. Los luciferinos y satánicos suelen conocer el valor y la importancia de acceder al conocimiento y, por lo tanto, han decidido guardárselo para sí mismos, dejando al resto de la población en una oscura ignorancia.
Administrar la inteligencia y controlar el acceso a la información incluye proporcionar desinformación al enemigo o al oponente percibido, a fin de engañarlos para que tomen decisiones equivocadas basadas en esa desinformación. En el actual clima de guerra psicológica, disminuir el fácil acceso al conocimiento de código abierto y poner límites al intercambio de información libremente dentro de la comunidad global, es un concepto importante a entender cuando se intenta crear desequilibrios de poder. Un adulto con un cuerpo mental no desarrollado y desinformado, junto con el cuerpo emocional atrofiado de un niño traumatizado, no será rival para un ser extremadamente desarrollado mentalmente que sabe que nuestros pensamientos crean la realidad. La propaganda está directamente relacionada con las tácticas clásicas de control mental del condicionamiento que se utilizan para manipular psicológica y emocionalmente a las personas, con el fin de ejercer control sobre ellas y, en general, explotar sus vulnerabilidades. La propaganda se usa de manera efectiva en una amplia gama de medios de comunicación, incluidos los medios digitales que transmiten mensajes e imágenes que están diseñados para el control mental y para dar forma a narrativas falsas. La propaganda se puede ver en las agresivas promociones de marketing insertadas con métodos de ingeniería social que están diseñados para influir en las masas para promover la agenda antihumana. A través de la explotación intencional de los impulsos subconscientes, los valores de la sociedad occidental están siendo moldeados por el consumismo depredador y el nihilismo moral que se utiliza para promover y difundir la cultura de la muerte en todo el mundo. Cuando podemos identificar ese sistema de comportamiento depredador, que genera las vibraciones más bajas de fuerzas satánicas que aumentan la miseria humana, podemos verlo operando en todas partes a través de las estructuras de control y los sistemas de consumo en el mercado global. Por lo tanto, aquellos que son manipuladores de narrativas falsas que brindan desinformación o que giran información regularmente hacia ciertas agendas, también son personas que caen dentro de los arquetipos del controlador. Pueden ser individuos hambrientos de poder, vendedores motivados por las ganancias, organizaciones gubernamentales, entidades no físicas o aquellos que trabajan en la Elite, encabezando la red multinacional de corporaciones y sus múltiples escaparates interconectados con los Pilares Controladores de la Sociedad. Los controladores usan la propaganda con el propósito de manipulación psicológica para crear deliberadamente desequilibrios de poder, con el fin de explotar a su audiencia objetivo y obtener el poder necesario para que otros hagan cumplir su agenda. Estamos cada vez más expuestos a arquetipos de controladores que utilizan mensajes e imágenes de propaganda para influir en las tácticas de manipulación psicológica y emocional, que provienen de entidades tanto humanas como no humanas con agendas oscuras. Como resultado de la influencia dominante formada por la Cultura Controladora de la muerte, muchas personas están condicionadas en la sociedad y en el lugar de trabajo para que también promuevan sus propios propósitos y ganancias personales prácticamente a cualquier costo para los demás. Generalmente, esto viene con el deseo de ganar sentimientos de poder y control sobre los demás, lo que conduce a sentirse más superior al tiempo que aumenta la percepción de autoestima. La cultura del controlador recompensa a las personas que usan la propaganda y la manipulación psicológica para obtener ventaja sobre los demás, lo que inculca comportamientos extremadamente negativos, así como una falta de empatía que se extiende a su vida y relaciones personales. Esto también se ha descrito como la producción intencional de psicópatas, con el entorno del consumidor corporativo recompensando el comportamiento extremadamente negativo y dañino y observando cómo ese comportamiento influye en la cultura popular.