Divide y Conquista es un programa que funciona incitando a la división y la separación, provocando intencionalmente conflictos entre los intereses colectivos de las personas, fomentando la desconfianza, la hostilidad y el odio para incitar a la violencia o la guerra entre personas o grupos poderosos que podrían representar una amenaza para los Controladores. En la guerra, muchas tácticas son psicológicas cuando se establece un proceso para deshumanizar, desmoralizar, confundir y aterrorizar al oponente, de modo que la batalla se gane con menos recursos físicos. Esta guerra espiritual está diseñada para atacar la mente humana a través del uso increíblemente sofisticado de los métodos de Programación Subconsciente, que están diseñados para deshumanizar a las masas para que se desvíen y sean algo menos que animales, una sombra caída de un ser humano que ha perdido contacto con la luz de su alma.
La agenda anti-alma produce personas sin conexión espiritual que están perdidas y confundidas que son fácilmente explotadas a través de programas subconscientes para generar más sombras oscuras que llevan a cabo la agenda de la esclavitud. Por lo tanto, hacer un esfuerzo personal para dirigir la atención al cultivar la bondad amorosa hacia los demás, centrarse en nuestra conexión basada en el corazón con una conciencia espiritual superior es extremadamente importante ahora. La apuesta se ha elevado, y las consecuencias de un comportamiento negativo desenfrenado e indisciplinado, pueden ser graves para el alma humana
Muchos de los sistemas de creencias que forman nuestra personalidad del ego se programan inconscientemente durante la primera infancia antes de que nuestros cerebros hayan tenido tiempo suficiente para desarrollarse completamente en los niveles de inteligencia que implican lógica, lenguaje, pensamiento crítico y resolución de problemas. El cerebro humano y el sistema nervioso experimentan varias fases de desarrollo bioespiritual desde la infancia hasta la edad adulta que están relacionadas con el nivel de expansión de la conciencia que ocurre en ese individuo a lo largo de su vida. Por lo tanto, los humanos han sido subconscientemente programados para repeler y rechazar esta etapa natural del crecimiento de la conciencia, que evolucionaría al ser humano hacia etapas de integración con su conciencia del alma a la temprana edad de 12 años.
Los Controladores dependen en gran medida del uso de tácticas de control mental de programación subconsciente, mediante el uso de una variedad de tecnologías electromagnéticas, nanotecnología y productos químicos que están diseñados para interferir e interrumpir la evolución bioespiritual o la ascensión planetaria de la humanidad.
Efectivamente, la programación subconsciente produce mentes cerradas, rígidas y dogmáticas que piensan en blanco o negro, todo o nada.
Salir de las capas subconscientes y la frecuencia fundamental más baja en el plano terrestre es completamente posible, pero depende del esfuerzo realizado para obtener el control sobre los pensamientos y elegir pensamientos y comportamientos no violentos como una forma de vida. Cuando un ser humano reduce la frecuencia de sus ondas cerebrales a través de la meditación para cambiar sus patrones de pensamiento, puede eliminar los bloqueos de energía en su subconsciente y elevar radicalmente su frecuencia general. Este cambio de frecuencia ocurre en la meditación y durante las técnicas de relajación que afectan directamente el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso, así como el mapa mental que se había formado a partir de los pensamientos automáticos que se generaron a partir de la programación subconsciente. Para cambiar la química del cerebro y la actividad de las ondas cerebrales, para lograr un equilibrio más saludable, primero se debe aprender a cambiar las formas de pensamiento negativas y sus sistemas de creencias subconscientes, para reflejar una imagen personal más positiva y un paisaje interior tranquilo. Encontrar la calma, la paz interior y la relajación total durante los estados meditativos puede repeler y eliminar de manera efectiva las transmisiones de programación subconsciente.
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