¿Quién eres si realmente nunca mueres?
Hemos sido muchas personas diferentes durante tantas vidas. Al igual que los mejores actores y actrices, hemos vivido tantos arquetipos de identidad y hemos vivido en tantas culturas con diferentes variaciones de lenguaje. Hemos sentido que somos la definición y expectativa de muchas otras personas, como los roles de madre, padre, hermana, hermano, etc. Cuando estamos desempeñando estos roles de identidad de manera tan convincente, creemos que la vida tiene un comienzo y un fin, un nacimiento y una muerte. Entonces, como la obra del actor está terminando, la humanidad está literalmente muerta de miedo por su propia aniquilación.
El grado de desequilibrio interno que ha sido aceptado como un patrón de vida normal, refleja la presión energética o el desmantelamiento que uno está experimentando ahora. Cuanto más lejos se está del ser interno real, más difícil se vuelve mantener esa vida normal. La actuación ha terminado y uno debe llegar al contenido real, no a la máscara o al mecanismo de defensa psicológica que habían estado usando. Quitarse la máscara en sus muchas capas es un proceso que puede sentirse crudo y vulnerable. Sin embargo, da una nueva sensación de libertad.
Muchos de nosotros, como egos en recuperación en un mundo dirigido por programas automatizados de control mental, estamos tratando de orientarnos en este nuevo terreno energético. Podemos liberar nuestra mente para experimentar la libertad energética que existe fuera de la esclavitud manejada por la maquinaria automatizada del ego. La elección de experimentar otras identidades y frecuencias es posible siempre que haya un cambio en el enfoque mental para experimentar la sensación de conciencia. Una vez que podemos percibir lo que está ejecutando programas dentro de nosotros, podemos ser liberados de sus construcciones y su drenaje vampírico.
La mayoría de las personas no se dan cuenta de que debemos dar los pasos para participar con nuestra conciencia e inteligencia energética para experimentar el apoyo tangible y la presencia de la inteligencia universal. Muchas personas desde su velo de confusión han olvidado quiénes son y cómo comunicarse con su espíritu interior. Esta desconexión los ha hecho vulnerables a una gran cantidad de entidades manipuladoras que desean crear ansiedad, dolor y miedo en ese individuo para cosechar esas energías. Cuando tomamos decisiones y guiamos nuestra vida desde la base del miedo, nos atormentamos y atraemos más de estas fuerzas oscuras. También podemos no ser conscientes del flujo de energía sin vida o muerto en nuestro cuerpo físico y desarrollar enfermedades o dolor crónico como resultado de ese flujo de energía bloqueado. Hay muchos seres humanos inconscientes que llevan energía muerta, entidades desplazadas, implantes alienígenas , están desconectados del alma y controlados por la mente para limitar una mayor expansión de la conciencia. En otros términos, esto es esclavización de su persona sin su consentimiento.
Si esto se combina con un comportamiento destructivo continuo hacia uno mismo, hacia los demás y se repite como patrones de vida, la persona se ve envuelta en una densidad de baja autoestima, fobias, miedos y adicciones. La mayoría de las veces eso incluirá capas de escombros astrales, entidades desplazadas, fuerzas elementales impersonales, incluso una posesión demoníaca en toda regla. Estar poseído generalmente no significa que estás levitando fuera de la cama o actuando demoníacamente. Hay un millón de variaciones diferentes de posibles posesiones, sin embargo, la única posibilidad de desalojar estas posesiones es aclararte a ti mismo y aprender que tienes el poder de curarte a ti mismo y reclamar tu soberanía y libertad enérgicas.
Para lograr esta claridad, uno debe dejar de permitir que los programas externos y las expectativas de otras personas funcionen. Cuando uno aprende a crear el espacio interior para comunicarse con claridad y encarnar la fuente espiritual de uno, puede comenzar el camino hacia la libertad personal y la liberación permanente del sufrimiento.
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