Artista: Patrick Ennis
¿Sabes lo que eres? Eres un manuscrito de una carta divina. Eres un espejo que refleja un rostro noble. Este universo no está fuera de ti. Mira dentro de tí mismo, todo lo que quieres, ya lo eres".~ Rumi
Considere esta noción: “Nada nuevo es realmente creado". La persona está recordando algo, o está construyendo sobre conocimientos previos al agregar un próximo paso 'lógico' en un largo proceso histórico.
¿Por qué hacer estas afirmaciones? Porque si una persona realmente estaba creando algo nuevo, ¿de dónde vino? No podía venir de “la nada”. Ya debe haber estado "allí", en algún sentido.
Esa puede ser la opinión de la mayoría, pero NO, ese no es el caso. UNA PERSONA PUEDE Y CREA ALGO NUEVO. VIENE DE ÉL, DE SU IMAGINACIÓN. Y la imaginación no es una cosa. No es una glándula o un órgano o una sección de cableado en el cerebro. No está hecho de materia. Es una cualidad, una cualidad no material. Entonces, en ese sentido, sí, un individuo SÍ crea de la nada. Recordar y agregar un paso al conocimiento previo establecido bien puede ser parte del proceso de creación en algunos casos, pero en TODOS los casos hay una NOVEDAD que ocurre, que se inventa.
No se puede explicar afirmando que "ya estaba allí". Esto irrita a los científicos y materialistas hasta el enésimo grado. Así que lo ignoran. Pretenden que entienden todo acerca de la imaginación. No tienen ni idea. De hecho, cuanto más exploras el concepto de libertad, más te das cuenta de que crear algo nuevo, y crear algo que ocurre fuera de una estrecha cadena de causa y efecto anterior, es una parte muy importante de lo que significa la libertad. Comprender estos factores debería ser liberador. Hay varios otros fenómenos que están estrechamente relacionados con "crear de la nada". Son intuición espontánea e invención espontánea. Ocurren en un instante, en el momento. No pueden reducirse a “implicaciones lógicas en una cadena de causa y efecto”. No se pueden reducir en absoluto.
Y luego está esto, lo mencionaré a través de una experiencia que tuve en 1963, cuando vivía y pintaba en un pequeño estudio en Los Ángeles. Una noche estaba sentado en mi mesa mirando una hoja de papel en blanco. Tenía un lápiz en la mano. De repente, mi mente estaba vacía y cristalina. Sabía en mis huesos, tan claramente como sabía que estaba sentado allí, que tenía opciones ilimitadas. No había límite en lo que podía dibujar. Estaba extasiado. Hice una forma en el papel. La novedad inmediata fue abrumadoramente alegre. Seguí haciendo formas en el papel. El dibujo emergente contenía, para mí, el núcleo de lo que necesitaba saber sobre la vida: cada momento podía ser maravillosamente libre y sin trabas. Siempre estuve a punto de poder elegir un futuro; y estar en esa posición, en el momento, fue una experiencia de belleza inigualable. Nunca más volvería a pensar en la libertad de una manera seca y clínica.
-- Jon Rappoport