El buscador comenzó su viaje

"Debemos creer en la realidad del plan Divino o no creer. Si creemos, tenemos la fuerza para enfrentar muchos obstáculos y problemas con valentía e integridad; si no creemos, nos encontramos en una condición de náufrago en un mundo que se está desmoronando gradualmente ”.~ Manly P. Hall

El buscador comenzó su viaje con una experiencia positiva. Se puso en camino porque necesitaba algo más. Se esforzó por mantener el silencio mental y descubrió que su mismo esfuerzo producía una Respuesta. Sintió una Fuerza descendente, una nueva vibración dentro de él/ella, que hizo la vida más clara, más viva. Quizás incluso experimentó una ruptura repentina de los límites y emergió a otra altitud. Los signos podrían haber llegado de mil maneras para indicar que se estaba instalando un nuevo ritmo. Pero luego, después de este comienzo esperanzador, todo se veló, como si hubiera estado soñando o se hubiera dejado llevar por algún entusiasmo infantil: algo dentro de él, ahora está ocupado tomando venganza a través de un hechizo de escepticismo, disgusto o rebelión. Esta será la segunda señal, quizás la verdadera señal, de que está progresando y se ha enfrentado a las realidades de su naturaleza o más bien, de que la Fuerza descendente ha comenzado su agitado trabajo. En última instancia, el progreso no es tanto una cuestión de ascender como de despejar los obstáculos predominantes, porque cuando tenemos claridad, todo está ahí. Así, el buscador comienza a descubrir sus muchas obstrucciones.

En el camino de la sanación, es a menudo posible encontrar lo peor cuando habíamos deseado lo mejor, de hacer la guerra cuando habíamos buscado la paz y la luz. En realidad, seamos realistas, es una batalla. Mientras estemos nadando con la corriente, podemos creernos personas muy amables, correctas y bien intencionadas, pero en el instante en que tomamos otra dirección, todo comienza a resistir. Comenzamos a apreciar tangiblemente las fuerzas colosales que pesan sobre los seres humanos y los aturden; sin embargo, es sólo tratando de salir de sus garras que podemos darnos cuenta de esto. Una vez que el buscador ha tenido una primera apertura decisiva arriba, una vez que ha visto la Luz, entonces casi simultáneamente siente una patada en las espinillas, como si algo en él le doliera. Y habrá aprendido su primera lección: cada paso hacia arriba es seguido necesariamente por un paso hacia abajo. En lugar de tomar estas fuertes sacudidas como una especie de fatalidad, el buscador las convertirá en la base de su trabajo. De hecho, este movimiento dual de ascenso y descenso es el proceso fundamental : en cada altura que conquistamos tenemos que girar para hacer descender su poder y su iluminación hacia el movimiento mortal inferior. Ese es el precio por transformar la vida, de lo contrario nos limitamos a poetizar y espiritualizar en las cumbres, mientras que por debajo la vieja vida sigue avanzando.