Artista: Tomasz Alen Kopera
“Eres mucho más que tu contenedor físico... La verdad que te ocultan es que eres ante todo un ser etéreo inmortal”.~ El Kolbrín
"Empecé a comprender que el sufrimiento y las desilusiones y la melancolía no están ahí para enfadarnos o abaratarnos o despojarnos de nuestra dignidad sino para madurarnos y transfigurarnos".~ Herman Hesse
“Toda religión sana te muestra qué hacer con tu dolor, con lo absurdo, lo trágico, lo injusto y lo inmerecido, todo lo cual eventualmente llega a cada vida. Si tan solo pudiéramos ver estas “heridas” como el camino, entonces se convertirían en heridas sagradas en lugar de cicatrices para negar, disfrazar o proyectar sobre los demás. Lamento admitir que primero veo mis heridas como un obstáculo más que como un regalo. La curación es un largo viaje. Si no podemos encontrar una manera de convertir nuestras heridas en heridas sagradas, invariablemente nos volvemos cínicos, negativos o amargados.
Esta es la trama de muchas de las mejores novelas, mitos e historias de todas las culturas. Si no transformamos nuestro dolor, seguramente lo transmitiremos, generalmente a los más cercanos a nosotros: nuestra familia, nuestros vecinos, nuestros compañeros de trabajo e invariablemente, los más vulnerables. Usar chivos expiatorios, exportar nuestro dolor no resuelto, es el argumento más común de la historia humana. ¡Incluso el Buda dijo que el sufrimiento es parte del trato! No deberíamos tratar de deshacernos de nuestro propio dolor hasta que hayamos aprendido lo que tiene que enseñar. Cuando podemos contener nuestro dolor de manera consciente y confiada (y no proyectarlo en otra parte), nos encontramos en un espacio muy especial. Aquí estamos abiertos a aprender y abrirnos paso a un nivel mucho más profundo de fe y conciencia. Por favor, confía en mí en esto. Todos debemos llevar la cruz de nuestra propia realidad hasta que Dios nos transforme a través de ella. Estos son los sanadores heridos del mundo, y los sanadores que han enfrentado completamente sus heridas son los únicos que sanan a los demás”. ~ Richard Rohr