Un día ... imagínate, que despiertas repentinamente a algo que nunca has notado pero que está muy dentro de ti y tiene sed de la verdad, sed de transformación y listo para hacer el esfuerzo necesario para realizarlo...
De repente sientes una necesidad irresistible de no vivir en la inconsciencia, en la ignorancia, en ese estado en el que haces las cosas sin saber por qué, sientes las cosas sin entender por qué, tienes voluntades contradictorias, no entiendes nada de nada, vives solo por hábito, rutina, reacciones...
Y un día ya no estás satisfecho con eso...
De repente, sientes que todo lo que haces , todo lo que ves, no tiene significado, no tiene propósito, pero que hay algo que tiene un significado; que esencialmente uno está aquí en la tierra por algo, que todo esto, todos estos movimientos, toda esta agitación, todo este derroche de fuerza y energía, todo eso debe tener un propósito, un fin, y que ese malestar que uno siente dentro de sí mismo, la falta de satisfacción, esta necesidad, esta sed de algo debe llevarnos a otro lado ...
Ya no vives como una pequeña máquina, apenas medio consciente. Quieres sentir de verdad, actuar de verdad, saber de verdad ... El punto de partida: quererlo, quererlo de verdad, necesitarlo..