La conciencia dentro de nuestro Sistema Solar está experimentando su propio nivel de iniciación solar a través de la cantidad masiva de emisiones de plasma de llamarada solar. Una llamarada solar es un estallido de luz, radiación y energía inteligente, que brota de la atmósfera magnética del sol. Las erupciones solares afectan a todas las capas de la atmósfera solar, cuando el plasma se calienta en millones de grados Kelvin, las erupciones producen radiación a través del espectro electromagnético en todas las longitudes de onda. Estas frecuencias de luz van desde ondas de radio hasta rayos gamma, aunque la mayor parte de la energía se distribuye a simple vista a través de frecuencias fuera del espectro visible. Actualmente, el sol dispara constantemente las erupciones solares más fuertes que hemos experimentado, que la ciencia mide como erupciones de clase X, cayendo en la categoría de los niveles más intensos de explosiones solares. El sol ha liberado erupciones solares, con algunas de las eyecciones de masa coronal más poderosas que han alcanzado la Tierra. Las eyecciones de masa coronal son una masa de partículas cargadas y energía de campo magnético que brota del sol como una erupción volcánica. Las eyecciones de masa coronal interactúan con la ionosfera de la Tierra, que cambia la forma y dirección del campo magnético, además de generar tormentas geomagnéticas, auroras y aumentar el alcance de la fuente de plasma de la Tierra. Es una clara evidencia de que estamos experimentando una Iniciación Solar intensa de radiación de luz plasmática, que progresa rápidamente en la evolución o digresión de las humanidades, en nuestro viaje espiritual elegido sobre este planeta. El cuerpo solar principal (nuestro Sol visible) está experimentando una evolución porque su polo magnético se está invirtiendo, lo que está alterando aún más sus transmisiones de rayos solares a la Tierra y a otros planetas.