En este momento nos encontramos en un punto de inflexión decisivo en la historia de la Tierra, una vez más. De todos lados me preguntan: "¿Qué va a pasar?" En todas partes hay angustia, expectativa, miedo. "¿Que es lo que va a pasar?"
Solo hay una respuesta: "Si tan solo el hombre pudiera consentir en ser espiritualizado".
Y quizás sería suficiente que algunos individuos se convirtieran en oro puro, porque esto sería suficiente para cambiar el curso de los acontecimientos. Nos enfrentamos a esta necesidad de una manera muy urgente.
Este coraje, este heroísmo que el Divino quiere de nosotros, ¿por qué no utilizarlo para luchar contra las propias dificultades, las propias imperfecciones, las propias tinieblas?
¿Por qué no afrontar heroicamente el horno de la purificación interior para que no sea necesario pasar una vez más por una de esas terribles y gigantescas destrucciones que hunden en la oscuridad a toda una civilización?
Este es el problema que tenemos ante nosotros. Corresponde a cada uno resolverlo a su manera .
Hay un llamado más profundo que surge dentro de nosotros. He notado estos cambios en otros y tal vez usted también pueda identificarse con ellos. Este período de crecimiento también implica un sufrimiento acelerado, encendiendo más vulnerabilidad y humildad dentro de nosostros. Han surgido más "cosas", no solo asociadas con las heridas y "problemas" de la vida actual, sino también relacionadas con vidas pasadas, traumas ancestrales y lecciones kármicas más amplias. Al mismo tiempo, ha habido más experiencias de amor / alegría divina superior, que no dependen de ningún factor externo, que vienen con nosotros a medida que este trabajo (interno) se vuelve más refinado.
La esencia fundamental de las relaciónes es que tiene su fundamento en lo Divino y en nuestra relación personal / individual con lo Divino, por lo que no nos usamos el uno al otro como nuestra principal fuente de satisfacción y "felicidad". Esto también implica comprometerse en el trabajo psicológico esencial necesario, el trabajo de la sombra y el trabajo de trauma, juntos y como individuos, para que despejemos nuestros miedos para que podamos anclar lo Divino dentro y no eludir espiritualmente nuestros problemas. Este no es un trabajo fácil a veces (por decir lo menos) y mucho menos también tener que lidiar con interferencias ocultas que intentan interrumpir nuestra relación, ya sea trabajando a través de otros que se proyectan sobre nosotros, o mediante inyecciones de pensamiento de estas fuerzas que trabajan a través de nuestras propias fuerzas mentales, ego, puntos ciegos y heridas.
Hay una relación total entre corazón, mente, cuerpo y alma, de modo que a través de esa relación sagrada profunda, podamos entrar en el campo de fuerza unificado de la realidad, convertirnos completamente en un ser encarnado y presente, y usamos ese amor interior para expresar nuestro anhelo de ver el mundo transformado. Lo que realmente está en juego es esto: si seguimos teniendo una visión de la relación como algo puramente personal, puramente privado y algo que cultivamos solo para nuestro propio placer, seguiremos alimentando el narcisismo trágico que ahora está asolando el planeta en todos los sentidos.
El verdadero impulso, propósito, significado e importancia divina de la relación es darnos el combustible para enfrentarnos al mundo, la energía para seguir derramándonos por la creación de un nuevo mundo. Es fundamental recordar que esta crisis que enfrentamos es una crisis en la que los poderes sagrados del amor en el alma humana están siendo desviados por la distracción, por la codicia, por la ignorancia, por la búsqueda del poder, para que nunca irriguen el mundo. y transformarlo. Lo que se necesita es una visión de la relación evolutiva como una relación que nos ayude a entrar en lo real, asumir la responsabilidad de ello y representar nuestro propósito sagrado con una pareja y para el mundo: cuando dos amantes se unen en esta dinámica conciencia de amor, crean un campo transformador de energía sagrada, del cual ambos pueden alimentarse para inspirar su trabajo en la realidad.
Ambos seres necesitan sumergirse individualmente en una devoción profunda y apasionada del Amado [Divino], sea cual sea el nombre que conozcan del Amado, porque sin ambos seres centrando su vida en Dios, la relación nunca podrá escapar del círculo privado. Desde el principio debe estar centrado en lo Divino. Debe ser una relación que se emprenda en la cosciosa presencia de lo Divino para el gran trabajo de lo Divino en el Universo. Solo una relación que se centra en Dios, y que tiene a Dios como actor principal en la relación, podrá soportar las vicisitudes del amor auténtico, de afrontar los desafíos de la vida y el servicio en el mundo ”.
Esta alineación superior es la trayectoria esencial para la humanidad en su conjunto si realmente queremos hacer el "cambio" para no terminar en otra "Noche oscura de la civilización", como ha sucedido con las civilizaciones antiguas del pasado, que resultó en destrucción y la necesidad de repetir el ciclo kármico. Sin embargo, también debemos reconocer que todos participamos en nuestros propios procesos individuales. Todos estamos donde "necesitamos estar" y por qué esto es así, se basa en muchas incógnitas que nuestras mentes no pueden comprender. Al mismo tiempo, también está ocurriendo un proceso colectivo con respecto al panorama más amplio de la evolución de la conciencia; que nos afecta e influencia a todos, y esto se manifiesta de manera diferente para cada uno de nosotros. Todo está conectado e interrelacionado, nada está aislado o separado; aunque nuestra mente egoica lo perciba de esa manera. Hay un plan / Voluntad Divina superior que realiza su magnífico trabajo en niveles invisibles. Muchos de nosotros experimentaremos esta aceleración de averías y avances. Este proceso genera más presión para despertar y, por lo tanto, puede resultar en más sufrimiento por su tendencia a sacar a relucir "cosas" que hemos reprimido, a veces, incluso durante toda la vida. A medida que nos sensibilizamos más, también comenzamos a sentir más y más el sufrimiento y el dolor del colectivo y de toda la humanidad. Dependiendo de cómo manejemos la intensidad de estas energías, puede quebrarnos y hacernos caer en una espiral hacia más sufrimiento y desesperación, o puede abrirnos a estados superiores de conciencia, si elegimos involucrarnos en este proceso conscientemente así que no luches / te resistas. La mayoría de las veces se trata de ambos al mismo tiempo, el ascenso y el descenso, a medida que la conciencia se ensancha a nuestro alrededor y el proceso de transmutación se acelera.
Para aquellos que deciden "responder al llamado" para participar en este proceso conscientemente, la vida adquiere un significado y un objetivo completamente nuevos a medida que comienzan a responder a algo profundo dentro de eustedes.Esta llamada a menudo llega como una voz muy suave y tranquila al principio y apenas se nota.Sin embargo, está ahí, la flor de loto dentro;la voz de nuestro ser psíquico, que dirige y guía nuestra evolución.Esta llamada interior nos inspira a emprender el camino, impulsados por preguntas como "¿Quién soy yo?""¿Por qué estoy aquí?""¿De dónde vengo?"“¿De qué se trata la vida?”.Es entonces cuando empezamos a cuestionarnos todo, buscando la verdad de nuestro ser.Esta llamada es el punto de partida del buscador cuando comienza su búsqueda y aventura.