Artista: Mariusz Lewandowski
“La inspiración es un río estrecho con brillo que salta de un conocimiento vasto y eterno, supera a la razón y excede el conocimiento de los sentidos.”~Sri Aurobindo
“Ver un espectáculo de títeres en el que los humanos asumen con seriedad los roles de los títeres en sus vidas puede ser deprimente. Pero si lo miras desde un lugar fuera de la máquina de la realidad, tiene un aspecto entretenido. Merece una categoría en los programas de premios: 'mejor imitación de comportamiento no humano por parte de humanos.
Hay que entender que hay dimensiones. En la dimensión que llamamos mundo, una persona necesita lógica. Lo necesita mucho. Necesita poder analizar y desarmar cosas y volver a armarlas. Necesita identificar fallas en el razonamiento y descubrir engaños. Necesita reconocer los argumentos formales y rastrearlos desde las suposiciones hasta las conclusiones. Pero en la dimensión donde opera el poder creativo, todas las apuestas están canceladas. Necesita comprender, experimentar y lanzar una especie de gran libertad para su propia imaginación que lo saca por completo del ámbito de ser una persona normal, un “realista” provinciano, un ser humano que piensa mecánicamente. Tiene que ir años luz más allá de eso. En otras palabras, tiene que dejar de enterrar su propio poder creativo. El control mental, el lavado de cerebro, la programación, el condicionamiento, todo se refiere a la imposición de sistemas en el impulso creativo humano. Cuando tienes toda una civilización que, cada vez más, se compone de sistemas, tienes un esfuerzo por reemplazar al individuo con la máquina.
Al más alto nivel, las élites están en el negocio de inventar la realidad para todos los demás. Esto es más que mentir. Es la invención al por mayor de un continuo. Pasado, presente y futuro. La imaginación es lo opuesto al control mental. Es crear más allá de los límites de la realidad aceptada. Es más que percepción. La imaginación expande la percepción. La mayoría de la gente define la libertad como la liberación de ciertas restricciones impuestas desde el exterior. Pero la libertad va mucho más allá. Va más allá de cómo los individuos normalmente definen su propia existencia. Está íntimamente conectado con la posibilidad, lo que se puede crear. Cuando el primer pintor rupestre grabó un animal en un muro de piedra, estaba realizando una acción única. Estaba expresando su propia conciencia más allá de vivir su vida. Estaba inventando más allá de su experiencia. De repente, su experiencia tuvo otro uso. Podría recogerse y transformarse en pintura, en creación. El arte es un camino espiritual. Las civilizaciones surgen y caen, van y vienen, y su destino lo deciden millones de personas que se abstienen de seguir el camino del artista. La vida ordinaria no se resuelve en una gran solución. Nunca lo ha hecho. A través de la persuasión alquímica, sin embargo, puede. Y esa alquimia es arte. La cadena de causa y efecto, que va del pasado al presente, se rompe. En cambio, la imaginación inventa nuevas realidades y nuevos futuros, utilizando la energía de eventos pasados. Pero esta energía ya no está conectada a esos eventos. Es nuevo, es combustible para el fuego.
Muchos artistas no se dan cuenta del poder que tienen en sus manos. Persisten en verse a sí mismos como "con derecho a estar locos" en sus vidas, y esto socava su propia conciencia. Muchos artistas están tan obsesionados con el éxito comercial y la fama que bailarían al final de una correa como un perro si pensaran que les traería reconocimiento. Esto, no hace falta decirlo, es debilitante. Las llamadas tradiciones espirituales tienden a tener la costumbre de representar estados de conciencia e iluminación. Tienen la intención de describir la Realidad detrás de la realidad. El arte no hace tales afirmaciones. En su camino, el artista inventa muchas, muchas realidades y, al hacerlo, va más allá de todas esas representaciones. Para que una cultura se dé cuenta de todas estas cosas, tendría que ocurrir algo muy diferente a la propaganda y el adoctrinamiento".~ Jon Rappoport