Al considerar la realidad de los implantes etéricos, los apegos espirituales y los ataques hiperdimensionales / psíquicos, también se muestran los límites del análisis psicológico como modelo de curación. Tal 'proceso' puede incluso potencialmente empeorar las cosas a través de un psicoanálisis distante y demasiado intelectual, mientras que la causa raíz de nuestros (u otros) 'problemas' en realidad puede estar relacionada con apegos de entidades, interferencias hiperdimensionales e implantes etéricos que deben abordarse directamente en el cuerpo.
Sin embargo, este es un tema enorme para la mayoría de las personas, ya que la ignorancia y la negación de este "tema de todos los temas" está muy extendida y presenta un inmenso desafío para la visión de la realidad de las personas. Incluso el trabajo de sombras puede convertirse en un bucle interminable de madrigueras de conejos, porque siempre hay más en qué profundizar, especialmente a la luz de las posibilidades de ataques hiperdimensionales, cuando los pensamientos / emociones se inyectan en nosotros o se desencadenan por eventos. A menudo, lo que atraviesa la gente es simplemente una crisis espiritual (en lugar de una patología psicológica), que nos distrae con "problemas psicológicos" que en realidad ni siquiera tenemos o son "propios". Peor aún, estar atrapado en estas visiones de túnel de la psicología (especialmente cuando se trata de "tratarlos" con medicamentos psiquiátricos y sus innumerables efectos secundarios), puede empeorar las cosas a largo plazo, matando nuestra "alma", por así decirlo, y aislándonos de nuestro propósito interior, cuando la realidad es que cualquier crisis es simplemente parte del proceso de curación, y no hay nada “malo” en ello.
“Aquellos que desarrollan los llamados trastornos mentales son aquellos que son sensibles, lo que se considera en la cultura occidental como hipersensibilidad. Las culturas indígenas no lo ven de esa manera y, como resultado, las personas sensibles no se sienten a sí mismas como demasiado sensibles. En Occidente, "es la sobrecarga de la cultura en la que se encuentran lo que los está destruyendo", observa el Dr. Somé. El ritmo frenético, el bombardeo de los sentidos y la energía violenta que caracterizan la cultura occidental pueden abrumar a las personas sensibles ". - Lo que ve un chamán en un hospital psiquiátrico