Los pensamientos son una sustancia energética que influye en las percepciones que tenemos sobre las creencias y la identidad, por lo que cada comportamiento que tenemos y las acciones que tomamos comienzan con un pensamiento. El nivel subconsciente de nuestro cuerpo mental tiene más control sobre nuestros pensamientos, impulsos y actividad cerebral que a nivel mental consciente. Esto es especialmente cierto si no somos conscientes de cómo funciona nuestra mente, ya que el subconsciente asume el control y permanecemos inconscientes de los pensamientos y el diálogo interno que tenemos con nosotros mismos y con los demás. En el camino de volverse conscientes y despiertos, observar cómo funciona nuestra mente y registrar lo que siente nuestro corazón mientras estamos presentes a lo que experimenta nuestro cuerpo, son habilidades fundamentales en el desarrollo personal y espiritual. Cada ser humano tiene una Mente Subconsciente que constituye un campo energético, que también se conecta a toda la capa inconsciente colectiva que existe en las dimensiones más bajas del plano terrestre.
La mente subconsciente o inconsciente no es solo un depósito de impulsos primitivos e instintivos, es un disco duro que organiza todas nuestras experiencias y recuerdos en procesos mentales complejos que se organizan en las motivaciones, percepciones, creencias y sentimientos ocultos que tenemos. Para las personas que permanecen enfocadas solo en la visión externa de la mente consciente que conforma su Ego / Personalidad, su paisaje interior tiene un mundo oculto de juicios, prejuicios y creencias subconscientes que permanecen ocultos de la vista consciente y desconocidos incluso para ellos. No podemos conocer la mente subconsciente y la Programación subconsciente sin volvernos hacia adentro, sin cambiar a estados de calma y relajación mientras observamos nuestro ser más profundo.