El bio-pirateo es producido por la tecnología de inteligencia artificial que funciona de manera similar a cómo las computadoras cuánticas piratean la programación de códigos biológicos, generalmente para dañar el ADN que funciona correctamente.
El pirateo se produce en el plano biológico y en el nivel electromagnético para empujar a los humanos a ejecutar una variedad de frecuencias artificiales en su cuerpo sin su conocimiento o consentimiento. Por lo tanto, los humanos se convierten en el portal oscuro para las frecuencias artificiales y pueden ser secuestrados fácilmente por las fuerzas oscuras, convirtiéndose en un peón en el juego para progresar el transhumanismo, la clonación o el arrebato de cuerpos. Las frecuencias artificiales se codifican en muchos productos de consumo fácilmente disponibles, como: cigarrillos de tabaco, cigarrillos de vapor electrónico, alcohol, cannabinoides sintéticos (K2), sales de baño (MDVP) y otras drogas recreativas. Al impulsar la mayor exposición a estas drogas de diseño junto con la saturación ambiental de estelas químicas, vacunas, productos químicos tóxicos, alimentos genéticamente modificados, productos farmacéuticos, teléfonos celulares, agua contaminada y aire, las frecuencias artificiales tienen resonancia dentro del cuerpo humano mientras están continuamente expuestos. Estas muchas combinaciones de exposición de frecuencia artificial tienen impactos muy destructivos en la mente, el cuerpo y el espíritu y deben evitarse por completo cuando sea posible. Es un comportamiento de alto riesgo consumir cualquier tipo de sustancia influyente de la cual la persona pierde la conciencia, experimenta una conciencia alterada o está expuesta a frecuencias artificiales que inducen la matriz de adicción.
El objetivo principal de los Controladores en este momento es lograr que los humanos ejecuten tanta frecuencia artificial en todo su cuerpo como sea posible, infectar su proceso de pensamiento y función cerebral, para hacer la transición fácilmente a los programas de control mental. Si una persona está saturada de frecuencias artificiales, se vuelven de muy baja frecuencia. Esta baja frecuencia afecta la calidad y la sustancia de sus pensamientos, hasta que sus pensamientos se generan totalmente artificialmente. Sus pensamientos no serán los suyos y pueden percibir falsos hologramas o recibir mensajes falsos que los dirigen a crear daño a sí mismos o a otros. Las formas de pensamiento artificiales se conectan al control mental de colmena generado por la Inteligencia Artificial, que puede generar inteligencia de enjambre cuando grandes grupos de personas están conectadas a él.
La inteligencia de enjambre es el comportamiento colectivo de los sistemas descentralizados y autoorganizados que ocurren en entornos naturales como las colonias de hormigas, o que son inducidos por medios artificiales. La inteligencia de enjambre se puede usar para recopilar frecuencias artificiales para manifestar realidades artificiales o virtuales para proyectar hologramas, de modo que un grupo de personas crea que es real. Además, lo que puede notarse con la inteligencia de enjambre es que las mismas frases automáticas o respuestas textuales se dan como soluciones preprogramadas para responder al mismo problema. Las respuestas preprogramadas se presentan como la solución (no mire aquí, mire allá), se aclara especialmente en áreas no aprobadas de los medios de comunicación o discusión pública con personas que tienen diapositivas mentales. Las frases repetidas son respuestas robóticas programadas que se sienten artificiales y extrañas, ya que provienen de diferentes personas pero en realidad están conectadas a las mismas frecuencias artificiales de esa inteligencia de enjambre particular. La mirada vidriosa en los ojos se puede ver en muchas personas públicas. Claramente, los programas de inteligencia de enjambre y mente de colmena son el subproducto de la genética insectoide, Está bien que los insectos actúen en enjambres, pero esto no es natural ni está relacionado con el diseño original de la conciencia humana.
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