"Debemos abrirnos... a una realidad superior, para ver el espíritu dentro de la materia, para elevar nuestra conciencia hasta el punto en que nuestra percepción de la realidad cambie por completo y se revele lo divino dentro de toda la creación".~Rav Dovber Pinson
El culto a los constructores de la realidad ha estado vivo y coleando desde el comienzo de la historia en el planeta Tierra. El culto asume diferentes formas, pero el objetivo siempre ha sido el mismo: crear una imagen central que transmita conceptos básicos de existencia. He visto innumerables casos en los que aparece la matriz, la imagen central y es una mentira. Pero no cualquier mentira. Es una imagen compartida muy profunda de la realidad. Tiene todas las características de ser verdad. Por eso, mucha gente lo acepta. La gente sabe que está bien. La gente cree que, si estuviera mal, si fuera una ilusión, su visión del mundo se derretiría. Entonces se retiran. Dan la espalda. Se conforman con aceptar la imagen falsa. Las personas necesitan más poder individual, para que puedan permanecer y operar fuera de la matriz. Dondequiera que vea imágenes falsas de la realidad, en las áreas de ciencia, política, energía, medicina, medios de comunicación, dinero, inteligencia encubierta, el ejército, la religión, las corporaciones multinacionales, también verá la necesidad de que las personas obtengan poder, para que puedan mantenerse firmes y operar fuera de estas imágenes. Conceptos limitados de espacio, tiempo y energía: estos también se les "dan" a los seres humanos como el principio y el fin de una historia. Una historia que, en última instancia, pone en cortocircuito y cambia lo que el individuo es realmente capaz de hacer. Todo el mural de la Realidad impuesta tiene como objetivo el disminuir radicalmente el poder del individuo. Las personas están fijadas, consciente o inconscientemente, en los límites y los sistemas. Esperan cualquier cosa que pueda entregarse a través de un sistema.
Esa fijación es una forma de control mental. La libertad no es un sistema. Pero la libertad necesita poder creativo, de lo contrario, simplemente se queda allí y se convierte en una estatua solitaria que acumula polvo en un parque abandonado. En un momento u otro, todo ser humano que haya vivido en este planeta ha abandonado su poder creativo. La pregunta es: ¿quiere recuperarlo? Realmente nunca desaparece. Siempre está ahí. Es la base de una vida que se puede vivir. Una vida que se puede elegir. En cambio, la gente elige roles que no requieren ese poder. Piensan que esta es una estrategia ganadora. No lo es. El acceso a su energía interna, en grandes cantidades, es necesario para una vida fuera de Matrix, en lugar de depender de la energía ilusoria que la Matriz parece proporcionar.
-- Lisa Renee