Lo más importante ahora es relajar el cuerpo y la mente a través de la meditación diaria, y eliminar el ego negativo, el dolor emocional, mantener la calma y la neutralidad. La alquimia pura existe dentro del equilibrio energético de la esencia espiritual central dentro del estado natural del ser divino. Para conectarse con la alquimia espiritual interna, uno debe extraer las influencias de la maquinaria artificial y eliminar intencionalmente las Casas del Ego que pueden haber sido programadas dentro del ser. A medida que nos abrimos a los estados de conciencia en el tiempo continuo, considera concebir la conciencia de Unidad a través de la meditación mediante la expansión del espacio y dentro del infinito en el tiempo. En meditación, enfócate en:
Presencia perpetua en todo el tiempo y el espacio.
Presencia perpetua en estados de sueño y vigilia que se combinan en la Unidad.
Al acceder a la memoria de presencia perpetua, todo temor desaparece.
Intente alcanzar la neutralidad de mente hacia todas las cosas existentes. (La neutralidad no es amor, odio ni indiferencia).
Mantenga mentalmente la capacidad de igualdad, equilibrio y calma constante.
Esta disciplina atrae y aumenta las virtudes de Los espíritus Divinos. Esto adquiere la virtud de la paz y la benevolencia hacia todas las cosas.
Buscar la mejora en la humanidad y la expresión espiritual sin elogios ni culpas, ni los arquetipos de Víctima-Víctimario. En la verdadera alquimia, uno no superpone la voluntad o el ego para crear realmente algo. Todo lo que hacemos es permitirnos ser el vaso del Espíritu Divino y proporcionar la condición para que la Naturaleza haga lo que la Naturaleza hace. Debemos descubrir nuestra verdadera verdad interna ubicada dentro del ser esencial , para buscar el conocimiento interno del ser auténtico. Se produce a través de nuestra naturaleza divina esencial cuando estamos en plena observancia, dedicación y devoción a las Leyes Naturales de Dios, la Ley del Uno. Buscamos proporcionar las condiciones puramente naturales para nuestro auténtico estado de ser, para que las Leyes Naturales puedan operar efectivamente sin artificios. Aquellos en la línea de tiempo ascendente ahora estarán sujetos a las Leyes Naturales Divinas, que funcionan como una función orgánica de la evolución de la conciencia.