
Muchas teorías científicas intentan explicar que los humanos han llegado a este nivel actual de evolución basado en la selección natural darwiniana. Esto es completamente falso. No ha habido nada seleccionado naturalmente en la dirección manipulada de la especie humana en este planeta durante más de 5500 años. La participación extraterrestre siempre ha sido parte del material genético humano y la evolución intencionada en este planeta. Ese hecho se revelará sin lugar a dudas como conocimiento común en el futuro, porque es la verdad. También se entenderá que la vibración que crea formas de pensamiento derivadas del odio, la discriminación, la corrupción y el asesinato no son formas orgánicas de pensamiento humano. Son formas de pensamiento antihumano, anti-vida que existen como fuerzas oscuras, así como entidades que dirigen esas fuerzas. Una gran mayoría de los seres humanos han sido poseídos o asumidos inconscientemente por estas fuerzas que no entienden.
Así es como la raza humana y este planeta fueron invadidos progresivamente por fuerzas antihumanas. Es similar a una infección que se propagó viralmente en la mente colectiva y los cuerpos colectivos sin la conciencia de cómo estaba ocurriendo realmente. Sin conciencia de que los seres humanos estaban siendo consumidos, poseídos y esclavizados, el ser humano es vulnerable a ser manipulado por fuerzas que no puede detectar físicamente.
Cuando nuestro Logos Planetario fue invadido y corrompido,el planeta y nuestra raza se vieron impactados dramáticamente. Significaba que ya no éramos libres para crear y evolucionar según el Plan original de nuestra creación prevista, y no teníamos memoria de lo que nos había sucedido. Fuimos reciclados a través de la reencarnación continua en el Plano Astral sin recordar las vidas pasadas, quiénes somos realmente, a dónde vamos o cuál es nuestra relación real con Dios y cuál es realmente el "propósito" de las humanidades. Con el tiempo, la mayoría de nosotros perdimos nuestra conexión sentimental con nuestra Matriz del Alma y nos volvimos insensibles al dolor para sobrevivir en estructuras antihumanas. Lo que le ha sucedido a nuestro planeta no es humano, es "ajeno" a la verdadera naturaleza de la humanidad.
La esencia orgánica y natural de un ser humano no es el odio, es el amor, que es una fuerza de vida eterna. Si un ser humano se consume con odio, es posible que destruya su naturaleza eterna. Esa elección es de vital importancia para todos los seres humanos durante estos potentes tiempos evolutivos.