Artista: Mariusz Lewandowski
“La civilización está en una carrera entre la educación y la catástrofe. Aprendamos la verdad y difundámosla tan lejos como nuestras circunstancias lo permitan. Porque la verdad es el arma más poderosa que tenemos”.~ H. G. Wells
¿Qué pasa si las ideas de Charles Darwin sobre la selección natural y la supervivencia del más apto explican solo la mitad de la historia de la evolución humana? ¿Qué pasa si hay mucho más que saber sobre cómo nos convertimos en homo sapiens: "los sabios"? ¿Cómo nos convertimos en los seres pensantes y sensibles que somos? ¿Qué pasa si el “ADN basura” es un depósito de programación a través del tiempo de naturaleza emocional? Específicamente, ¿qué pasa si el ADN basura se compone de experiencias traumáticas profundamente arraigadas heredadas de la antigüedad? ¿Qué significa para la conciencia y la existencia diaria?
El neurocientífico Mark Sohms es uno de los pocos expertos que ahora aceptan que el sentimiento es la base de la conciencia, no el intelecto y la razón. Estos son, de hecho, epifenómenos de interocepción( es un sentido menos conocido que ayuda a entender y percibir lo que sucede dentro del cuerpo): el proceso que experimentamos cuando sentimos y revisamos minuto a minuto para volver a revisar esos sentimientos. La conciencia ahora se reconoce oficialmente como un proceso de sentir cómo nos sentimos cientos de veces al día. De nuevo, lo que conocemos como intelecto, razón, lógica e incluso lenguaje, son emanaciones de este proceso no consciente de interocepción. Se desarrollaron para ayudarnos en el proceso de sentir.
Danny Vendramini confirma que esta nueva teoría tiene mérito, dado que gran parte de nuestra estructura biológica y neurológica evolucionó debido a la programación emocional. En La segunda evolución, escribe: En pocas palabras, la teoría afirma que, bajo ciertas condiciones, las emociones intensas (como las que se experimentan como resultado de una experiencia personal traumática) pueden codificarse permanentemente en un área del genoma de un animal llamada ADN no codificante, el llamado "ADN basura". Una vez codificados, estos sentimientos traumáticos se pueden heredar a la descendencia como emociones, comportamientos innatos e incluso instintos complejos.
En su obra seminal anterior, Mankind in Amnesia, Immanuel Velikovsky propuso una teoría similar. Fue ridiculizado e ignorado por decir que toda la raza humana, todos los que viven hoy, llevan dentro de sí cicatrices heredadas de traumas de antiguos cataclismos. Al igual que con los casos de PTSD, tendemos a disociarnos de los recuerdos perturbadores. Así es, dijo Velikovsky, con el trauma ancestral. Hemos hecho lo que hemos podido para suprimir por completo todo recuerdo del terror experimentado debido al caos prehistórico. Una cosa es saber y comprender lo que sucedió en el pasado, pero otra muy distinta es darse cuenta de que esos eventos remotos aún influyen en nuestros pensamientos, sensaciones y comportamiento... el trauma suprimido de la humanidad aún está grabado en nuestro subconsciente y nos influye en la vida cotidiana. Lynn E. Rose (La humanidad en amnesia) Por lo tanto, es cierto decir que lo que conocemos como "conciencia" es un filtro o censura que impide que los recuerdos traumáticos se abran paso para perturbar y paralizar el ego.
El gran Comyns Beaumont estuvo de acuerdo. Él también argumentó que nuestro planeta fue destruido por un cometa masivo conocido como Phaeton. Se le dieron otros nombres a esta serpiente gigante de fuego en los cielos, y no hay una tribu o nación que no haya conservado detalles de la llegada del cometa y su destructividad en sus mitos y leyendas. De hecho, los modernos descartan sumariamente la llegada del cuerpo celeste porque es un leitmotiv que se encuentra en mitos y leyendas. Los escépticos simplemente dicen que se trata de un "ciclo mitológico" fantástico que no debe tomarse en serio. Casi todas las culturas conservan mitos que describen la resistencia de la humanidad a terribles eventos pasados que involucraron una gran pérdida de vidas a escala global... Nada en nuestra experiencia moderna se acerca a estas historias de desastres globales - Paul A. LaViolette (Earth Under Fire) En Past Shock, Jack Barranger nos recuerda brevemente que el efecto de la devastación mundial no fue simplemente físicamente destructivo. También fue, enfatiza, psicológicamente destructivo.
~ Michael Tsarion