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Enuma Elish

Actualizado: 28 abr


“Todo el mundo nace en el mundo con una lección que aprender desde el punto de vista esotérico, una tarea que realizar con respecto a sí mismo, y a menos que comience a verla, su vida realmente no tiene sentido. Tenemos que recordar algo que todos hemos olvidado. La vida es muy corta; nos perdemos demasiado pronto en la vida. No te desvíes. Contrólate y pregúntate: “¿Qué estoy haciendo? ¿A dónde voy?" Piensa lo que debes hacer antes de que sea demasiado tarde; piensa en qué es importante que trabajes. Cada uno tiene que distinguir en sí mismo lo que tiene que trabajar, su razón de ser para vivir su vida. El hombre nace en este planeta con una tarea interna y la vida está dispuesta de tal manera que no puede encontrarse a sí mismo y a su significado solo a través de la vida, sino solo viendo cuál es esta tarea interna”. ~ Maurice Nicoll


Enuma Elish —“Cuando arriba”— es un poema babilónico, originalmente redactado en lengua acadia y escrito en caracteres cuneiformes sobre tablillas de arcilla. Pudo haber

sido compuesto hacia los siglos XVIII o XVII a.C., luego de ocurrida la dominación Babilonia, entonces potencia de reciente advenimiento, sobre las antiguas y venerables ciudades-estado

sumerias de la Mesopotamia meridional.

Elabora dos materias míticas de sentido cosmogónico: la victoria del dios ordenador sobre las fuerzas de lo informe y el proceso de configuración y organización del mundo. Y por ello se le conoce asimismo como “Poema de la Creación”. Pero lo que en realidad se propone es responder a una cuestión de otro orden, mediante la cual remite al universo de lo numinoso, y legitima en él los fundamentos últimos de aquella dominación: de qué modo una deidad secundaria e inicialmente oscura, en el caso la figura divina local de la nueva metrópoli, pudo válidamente adquirir la primacía en su panteón y desplazar así a Enlil, suprema divinidad de Sumer, de quien hasta ese momento tal condición había sido predicada. De ahí que, además, el complejo narrativo antes apuntado concluya con el relato de la edificación de la Babilonia celestial y de sus templos y culmine con el homenaje de todos los demás dioses a Marduk y la entonación del himno que explicita y proclama sus cincuenta nombres. Y esa operatividad ideológica suya queda confirmada cuando, tras el sometimiento de Babilonia por los asirios y la expansión de éstos hacia el occidente asiático y Egipto (c. 814-610 a.C.) en apoyo del nuevo imperialismo, Marduk es a su vez sustituido por Assur en algunas copias septentrionales del poema.El texto experimentó, por otra parte, también un uso ritual, en la conciencia de su tiempo quizá por lo menos tan importante como el anterior: desde época más o menos temprana, aunque indeterminable, íntegramente fue recitado en Babilonia durante las ceremonias para la renovación del mundo en el principio de cada nuevo año.


El Enuma Elish (también conocido como Las Siete Tablillas de la Creación) es el mito mesopotámico de la creación cuyo título se deriva de las primeras líneas de la misma obra: "Cuando en lo Alto". El mito cuenta la historia de la victoria del gran dios Marduk sobre las fuerzas del caos y cómo este establece el orden en la creación del mundo. Todas las tablillas que contienen el mito, encontradas en Ashur, Kish, la biblioteca de Ashurbanipal en Nínive, Sultantepe, y otros sitios excavados datan de c. 1200 a.C., pero sus colofones indican que todas estas son copias de una versión mucho más antigua del mito que data de mucho antes de la caída de Sumeria en c. 1750 a.C.


Como Marduk, el campeón de los dioses jóvenes en su guerra contra Tiamat, es de origen babilónico, se cree que el dios sumerio Enki/Ea o Enlil desempeñó el papel principal en la versión original de la historia. La copia encontrada en Ashur tiene al dios Ashur en el papel principal, como era costumbre en las ciudades de Mesopotamia. El dios de cada ciudad era siempre considerado el mejor y el más poderoso. Marduk, el dios de Babilonia, solo figura tan prominentemente como lo hace en la historia porque la mayoría de las copias encontradas son de escribas babilónicos. Aun así, Ea todavía juega un papel importante en la versión babilónica del Enuma Elish al crear a los seres humanos.

Resumen de la Historia


La historia, una de las más antiguas, si no la más antigua del mundo, trata del nacimiento de los dioses y la creación del universo y de los seres humanos. En el principio, solo había agua indiferenciada arremolinándose en el caos. De este remolino, las aguas se dividieron en agua fresca y dulce, conocida como el dios Apsu, y agua salada y amarga, la diosa Tiamat. Una vez diferenciadas, la unión de estas dos entidades dio origen a los dioses más jóvenes.


Sin embargo, estos jóvenes dioses eran extremadamente ruidosos, perturbando el sueño de Apsu por la noche y distrayéndolo de su trabajo durante el día. Siguiendo el consejo de su visir, Mummu, Apsu decide matar a los dioses jóvenes. Tiamat, al enterarse de su plan, le advierte a su hijo mayor, Enki (también llamado Ea), quien pone a Apsu a dormir y lo mata. A partir de los restos de Apsu, Enki crea su hogar.


Tiamat, una vez partidaria de los dioses jóvenes, ahora está furiosa porque han matado a su pareja. La diosa consulta con el dios Kingu, quien le aconseja hacer la guerra a los dioses jóvenes. Tiamat recompensa a Kingu con las Tablillas del Destino, que legitiman el gobierno de un dios y controlan los destinos, y las usa con orgullo como coraza. Con Kingu como su campeón, Tiamat convoca las fuerzas del caos y crea once horribles monstruos para destruir a sus hijos.


Ea, Enlil y los dioses jóvenes luchan inútilmente contra Tiamat hasta que, de entre ellos, surge el campeón Marduk que jura que derrotará a Tiamat. Marduk derrota a Kingu y mata a Tiamat disparándole una flecha que la divide en dos; de sus ojos fluyen las aguas de los ríos Tigris y Éufrates. A partir del cadáver de Tiamat, Marduk crea los cielos y la tierra, designa dioses para varios deberes y ata a las once criaturas de Tiamat a sus pies como trofeos (con mucha adulación de los otros dioses) antes de colocar sus imágenes en su nuevo hogar. También toma las Tablillas del Destino de Kingu, legitimando así su reinado.


Después de que los dioses terminaron de elogiarlo por su gran victoria y el arte de su creación, Marduk consulta con el dios Ea (dios de la sabiduría) y decide crear seres humanos a partir de los restos del dios que instigó a Tiamat a la guerra. Kingu es encontrado culpable y es ejecutado. De su sangre, Ea crea al primer hombre, para ayudar a los dioses en su eterna tarea de mantener el orden y mantener a raya el caos.


Como dice el poema: "Ea formó la humanidad / Impuso sobre ella el servicio de los dioses, liberando a estos." (Tablilla VI.33-34). Después de esto, Marduk "organizó el inframundo" y distribuyó a los dioses a sus estaciones designadas (Tablilla VI.43-46). El poema termina en la Tablilla VII con un largo elogio a Marduk por sus logros.


El Enuma Elish más tarde sería la inspiración para los escribas hebreos que crearon el texto ahora conocido como el libro bíblico del Génesis. Antes del siglo XIX, la Biblia se consideraba el libro más antiguo del mundo y se pensaba que sus narraciones eran completamente originales, sin embargo, a mediados del siglo XIX, museos europeos, así como instituciones académicas y religiosas, patrocinaron excavaciones en Mesopotamia con el objetivo de hallar evidencia física para la corroboración histórica de los relatos de la Biblia. Sin embargo, estas excavaciones encontraron todo lo contrario, ya que, una vez que se tradujeron los textos cuneiformes, se entendió que varias narraciones bíblicas eran de origen mesopotámico.


Relatos famosos como la Caída del Hombre y el Diluvio Universal fueron originalmente concebidos y escritos en Sumeria, traducidos y modificados más tarde en Babilonia, y reelaboradas por los asirios antes de que fueran utilizados por los escribas hebreos para las versiones que aparecen en la Biblia. Aunque el paradigma básico de las narrativas bíblicas y mesopotámicas se alinean estrechamente, todavía existen diferencias significativas como señaló el erudito Stephen Bertman:


Tanto el Génesis como el Enuma Elsih son textos religiosos que detallan y celebran orígenes culturales: el Génesis describe el origen y fundación del pueblo judío bajo la guía del Señor; el Enuma Elish relata el origen y la fundación de Babilonia bajo el liderazgo del dios Marduk. Cada obra contiene un relato de cómo se crearon el cosmos y el hombre. Cada obra comienza describiendo el caos acuoso y la oscuridad primigenia que una vez llenó el universo. Luego se crea la luz para reemplazar la oscuridad. Después se hacen los cielos y en ellos se colocan los cuerpos celestes. Finalmente, el hombre es creado. A pesar de estas similitudes, los dos relatos son más diferentes que iguales. (312)


Al modificar el relato de la creación mesopotámica para sus propios fines, los escribas hebreos acortaron la narrativa y el enfoque, pero mantuvieron el concepto de la deidad todopoderosa que trae el orden del caos. Marduk, en el Enuma Elish, establece el orden reconocible del mundo (tal como lo hace Dios en el Génesis) y se espera que los seres humanos reconozcan este gran regalo y honren a la deidad a través del servicio. De hecho, en Mesopotamia se pensaba que los humanos eran colaboradores de los dioses para preservar el don de la creación y mantener a raya las fuerzas del caos.

El Enuma Elish en Babilonia


Marduk ganó prominencia en Babilonia durante el reinado de Hammurabi (1792-1750 a.C.) y superó a la popular diosa Inanna en adoración. De hecho, durante el reinado de Hammurabi varias deidades femeninas anteriormente populares fueron reemplazadas por dioses masculinos. El Enuma Elish, alabando a Marduk como el más poderoso de todos los dioses, se hizo cada vez más popular a medida que el dios mismo subía en prominencia y su ciudad de Babilonia crecía en poder. El erudito Jeremy Black escribe:


"El auge del culto a Marduk está estrechamente relacionado con el ascenso político de Babilonia de ciudad-estado a capital de un imperio. Desde el período kasita, Marduk se volvió cada vez más importante hasta que fue posible para el autor de la epopeya de la creación babilónica sostener que Marduk no solo era el rey de todos los dioses, sino que muchos de lo últimos dioses no eran más que aspectos de su persona".


El Enuma Elish se leyó y recitó ampliamente en toda Mesopotamia, pero fue especialmente importante en el Festival de Año Nuevo en Babilonia. Durante este festival, la estatua de Marduk era sacada del templo y, en medio de los juerguistas, se hacía desfilar por las calles de la ciudad, fuera de las puertas, para "vacacionar" en una pequeña casa construida para este propósito. Se cree que el Enuma Elish, especialmente la alabanza de la Tablilla VII, se cantaría durante esta procesión.

El Texto del Enuma Elish


Enuma Elish (La Epopeya Babilónica de la Creación)


Tablilla I


1 Cuando en lo alto el cielo aún no había sido nombrado,

2 y, abajo, la tierra firme no había sido mencionada con un nombre,

3 solos Apsu, su progenitor,

4 y la madre Tiamat, la generatriz de todos,

5 mezclaban juntos sus aguas:

6 aún no se habían aglomerado los juncares, ni las cañas habían sido vistas.

7 Cuando los dioses aún no habían aparecido,

8 ni habían sido llamados con un nombre, ni fijado ningún destino,

9 los dioses fueron procreados dentro de ellos.

10 Lankhmu y Lakhamu aparecieron y fueron llamados con un nombre.

11 Antes de que se hicieran grandes y fuertes,

12 fueron producidos Anshar y Kishar, superiores a aquellos.

13 Tras prolongar sus días, multiplicados sus años,

14 Anu fue su hijo, igual a sus padres;

15 Anu, su primogénito, igualó a Anshar,

16 y Anu procreó a su imagen a Nudimmud.

17 Nudimmud fue el campeón entre sus padres,

18 de vasta inteligencia, sabio, y de poderosa fuerza,

19 mucho más fuerte que Anshar, el procreador de su padre,

20 sin tener rival entre los dioses, sus hermanos.

21 Estos dioses hermanos se concertaron entre sí,

22 y molestaban a Tiamat cuando se revolvían,

23 pues perturbaban el interior de Tiamat.

24 Con su jolgorio molestaron en lo alto de los cielos;

25 Apsu no podía disminuir su clamor

26 y Tiamat permanecía impasible ante ellos.

27 Sus acciones le eran aborrecibles,

28 su conducta no era buena, pero ella los perdonaba.

29 Entonces Apsu, el procreador de los grandes dioses,

30 llamó a Mummu, su visir, y le dijo:

31 “¡Oh Mummu, mi visir, que alegras mi corazón,

32 ven y presentémonos a Tiamat!”.

33 Se fueron y, sentados en presencia de Tiamat,

34 discurrieron y discutieron sobre los dioses, sus primogénitos.

35 Apsu, abriendo su boca,

36 levantó la voz y dijo a Tiamat:

37 “Su conducta me es desagradable:

38 ¡De día no tengo reposo y de noche no puedo dormir!

39 Voy a reducir a la nada, voy a abolir su actividad,

40 para que se restablezca el silencio y podamos dormir”.

41 Cuando Tiamat oyó estas palabras,

42 se puso furiosa y vociferó contra su esposo;

43 y montando en cólera le recriminó agriamente,

44 se entristeció por el mal (planeado),

45 “¿Por qué vamos a destruir todo lo que hemos hecho?

46 ¿Su conducta es muy desagradable? ¡Tengamos paciencia, seamos benevolentes!”

47 Entonces respondió Mummu para aconsejar a Apsu,

48 y el parecer de su Mummu fue el de un consejero sin benevolencia:

49 “¡Procura destruir, padre mío, el proceder revoltoso,

50 para que puedas reposar de día y dormir de noche!”.

51 Apsu, [al oír esto], se alegró y su rostro se puso radiante

52 a causa del mal que había planteado contra los dioses, sus hijos.

53 Mummu rodeó con sus brazo el cuello de Apsu,

54 se sentó sobre sus rodillas y le besó.

55 Y todo lo que habían planeado en su reunión

56 se repitió a los dioses, sus primogénitos.

57 Cuando los dioses oyeron esto, se pusieron nerviosos,

58 guardaron silencio y permanecieron mudos.

59 Pero el más inteligente, el sabio, el capaz,

60 Ea, que conoce todas las cosas, concibió un plan,

61 planeó y agenció un proyecto de conjuros contra él:

62 hábilmente, ajustó en su contra su encantamiento más sobresaliente,

63 se lo recitó y con un filtro le provocó el reposo.

64 El sueño le invadió y quedó profundamente dormido.

65 Cuando hubo dormido a Apsu, invadido por el sueño,

66 y Mummu, el consejero, estuvo demasiado aturdido como para ejercer la vigilancia.

67 Le partió los tendones (a Apsu), le quitó su corona,

68 le despojó de su divino resplandor y se lo revistió a sí mismo.

69 Después de encadenar a Apsu, le dio muerte,

70 a Mummu lo encerró, atracándole la puerta;

71 luego estableció su morada sobre Apsu,

72 y se apoderó de Mummu, sujetándole con una soga.

73 Después de que había inmovilizado y abatido a sus enemigos,

74 que, sobre sus rivales, Ea hubo asegurado su triunfo,

75 descansó en la más profunda paz en su cámara:

76 la llamó "apsu" y en ella marcó las salas de ceremonia.

77 En este mismo lugar estableció su cámara nupcial,

78 en donde Ea con Damkina, su esposa, residieron con majestad.

79 En el Santuario de los Destinos, en esta Capilla de las Suertes,

80 fue procreado el más inteligente, el sabio de los dioses, el Señor:

81 en el corazón del apsu nació Marduk.

82 En el corazón del santo apsu nació Marduk.

83 El que lo engendró fue Ea, su padre,

84 la que le dio a luz fue Damkina, su madre.

85 Mamó únicamente pechos divinos:

86 la nodriza que lo crió le llenó de una vitalidad formidable.

87 Su naturaleza era desbordante, su mirada fulgurente,

88 su porte era señorial, vigoroso desde el principio.

89 Cuando lo vio Anu, el progenitor de su padre,

90 exultó y se mostró complaciente, llenándose su corazón de alegría.

91 Él lo detalló: «Su divinidad es impresionante,

92 es grandemente sublime, está por encima de ellos con mucho.

93 Sus miembros son perfectos, admirables,

94 imposibles de imaginar, difíciles incluso de mirar;

95 cuatro son sus ojos y cuatro sus orejas.

96 Cuando mueve sus labios, un fuego flamea;

97 cuatro orejas le han crecido

98 y sus ojos, en igual número, escudriñan el universo.

99 Es el más alto de los dioses, supremo por su estatura,

100 sus miembros son grandiosos. Es supremo por naturaleza.

101 ¡Mi hijo es un Utu, mi hijo es un Utu!

102 ¡Mi hijo es un sol! ¡El sol de los dioses!

103 ¡Está revestido con la aureola de diez dioses, sublimemente coronado,

104 y cincuenta terroríficos relámpagos se acumulan sobre él!».

105 Anu produjo y engendró entonces los Cuatro Vientos

106 que ofreció a Marduk: «¡Para que mi hijo se divierta!».

107 Y creó la polvareda que hizo arrastrar por la tempestad;

108 y habiendo provocado la marejada, perturbó a Tiamat.

109 Así perturbada, Tiamat se agitaba día y noche

110 y sus dioses, sin tregua, soportaban los golpes del viento.

111 Habiendo maquinado el mal en su espíritu,

112 estos mismos dijeron a Tiamat, su madre:

113 «Cuando se mató a Apsu, tu esposo,

114 tú no le ayudaste, sino que te quedaste callada,

115 y ahora, después de haber producido Anu los Cuatro Vientos terribles,

116 tu interior está grandemente perturbado y no podemos descansar.

117 Apsu, tu esposo, no está en ti,

118 ni Mummu, que fue encadenado. ¡Te has quedado sola!

119 ¿No eres nuestra madre? ¡Y vete agitada, con gran turbación!

120 Y a nosotros, que no descansamos, ¿acaso, no nos amas?

121 ¡Sobre nuestros lechos, nuestros ojos se han secado!

122 ¡Quítanos este yugo sin tregua para que podamos dormir!

123 Lánzate al combate contra ellos. ¡Véngate!

124 ¡Redúcelos a la nada y conviértelos en fantasmas!».

125 Cuando Tiamat los oyó, estas palabras le agradaron:

126 «¡Puesto que lo habéis decidido juntos, fabricaremos tempestades!».

127 Además, habiendo venido allí, a su interior, otros dioses

128 que habían concebido también el mal contra los dioses, sus creadores,

129 apiñados en círculo ante Tiamat,

130 furiosos, cavilando sin cesar noche y día.

131 Partidarios del combate, pataleando y rabiosos,

132 tuvieron un consejo para maquinar la guerra.

133 La madre Khubur, que había formado todas las cosas,

134 acumuló armas irresistibles, dando a luz a dragones gigantes,

135 de dientes agudos, con mandíbulas despiadadas.

136 Llenó sus cuerpos de veneno en lugar de sangre;

137 revistió de terror a los temibles leviatanes,

138 los coronó con aureolas, haciéndoles semejantes a los dioses:

139 «¡Quien los contempla cae aniquilado de espanto,

140 una vez lanzados no retroceden jamás!».

141 Ella hizo surgir, además, hidras, dragones formidables y monstruos marinos,

142 leones colosales, perros furiosos, hombres-escorpiones,

143 monstruos agresivos, hombres-peces y bisontes gigantescos,

144 blandiendo todos armas despiadadas y sin temer al combate;

145 sus poderes eran desmesurados y ellos irresistibles.

146 En total, a estos once monstruos es así como los hizo.

147 De entre los dioses, sus primogénitos, que habían tenido consejo de ella,

148 exaltó a Kingu, confiriéndole entre ellos el más alto rango:

149 ir el primero delante del ejército, dirigir el consejo de guerra,

150 reclutar la tropa para el alistamiento, conducir la batalla,

151 la autoridad sobre los combatientes.

152 Ella confió todo esto en sus manos y lo instaló en el sitio de honor:

153 «Yo he pronunciado en favor tuyo el conjuro, exaltándote en la Asamblea de los dioses,

154 y te he dado todo poder para dirigir a todos los dioses.

155 ¡Sé el más grande, sé mi esposo único!

156 ¡Que se exalte tu nombre por encima de todos los Anunnaki!».

157 Y ella le dio la Tablilla de los Destinos, que sujetó a su pecho:

158 «¡Que tu orden sea irrevocable, que tu palabra se realice!».

159 Tras ser así exaltado Kingu y adquirida la dignidad de la supremacía,

160 ella decretó a los dioses, sus hijos, este destino:

161 «¡Abriendo solamente la boca, [apagad] el fuego!

162 ¡Que vuestro veneno concentrado neutralice la fuerza superior!».


Tablilla II


1 Cuando Tiamat hubo terminado su obra,

2 reunió sus tropas para la batalla contra los dioses, sus retoños.

3 En lo sucesivo, Tiamat se mostró más ruin que Apsu.

4 Se anunció a Ea que Tiamat se equipaba para el combate.

5 En cuanto Ea oyó esta noticia,

6 al principio, inmóvil, sobrecogido, permaneció en silencio;

7 pero después de larga meditación se calmó su cólera,

8 y hacia Anshar, su abuelo, se dirigió.

9 Cuando llegó ante Anshar, padre de su progenitor,

10 todo lo que Tiamat había tramado se lo repitió:

11 «¡Padre mío, Tiamat, la que nos engendró, nos odia;

12 ha tenido consejo y está terriblemente furiosa;

13 y sus dioses, todos, la rodean;

14 aun aquellos que has creado se han ido con ella!

15 Apiñados en círculo ante Tiamat,

16 furiosos, conspirando sin cesar noche y día,

17 se preparan para el combate, pataleando y rabiosos.

18 Han tenido un consejo para maquinar la guerra.

19 La madre Khubur que había formado todas las cosas,

20 ha acumulado armas irresistibles, ha dado a luz dragones gigantes,

21 de dientes agudos, con mandíbulas despiadadas;

22 ha llenado sus cuerpos de veneno en lugar de sangre,

23 ha revestido de terror a los terribles leviatanes,

24 los ha coronado con unas aureolas, haciéndoles semejantes a los dioses:

25 “¡Quien los contempla (–ha dicho ella–) cae aniquilado de espanto;

26 y una vez lanzados no retroceden jamás!”.

27 Ella ha hecho surgir además hidras, dragones formidables y monstruos marinos,

28 leones colosales, perros furiosos, hombres-escorpiones,

29 monstruos agresivos, hombres-peces y bisontes gigantescos,

30 blandiendo todos armas despiadadas y sin temer al combate,

31 sus poderes son desmesurados y ellos irresistibles.

32 ¡En total, once monstruos ha hecho!

33 De entre los dioses, sus primogénitos, que habían tenido consejo con ella,

34 exaltó a Kingu, confiriéndole entre ellos el más alto rango:

35 ir delante del ejército, dirigir el consejo de guerra,

36 reclutar la tropa para el alistamiento, conducir la batalla,

37 la autoridad sobre los combatientes.

38 Ella confió todo esto en sus manos y los instaló en el sitio de honor:

39 (diciendo): “Yo he pronunciado en favor tuyo el conjuro, exaltándote en la asamblea de los dioses,

40 y te he dado poder para dirigir a todos los dioses.

41 ¡Sé el más grande, sé mi esposo único!

42 ¡Que se exalte tu nombre por encima de todos los Anunnaki!”.

43 Y ella le dio la Tablilla de los Destinos, que sujetó a su pecho,

44 (diciéndole): “¡Que tu orden sea irrevocable, que tu palabra se realice!”.

45 Tras ser así exaltado Kingu y adquirida la dignidad de la supremacía,

46 ella decretó a los dioses, sus hijos, este destino:

47 “¡Abriendo solamente la boca, apagad el fuego!

48 ¡Que vuestro veneno concentrado neutralice la fuerza superior!”».

49 Cuando Anshar hubo escuchado este turbador asunto,

50 se golpeó su pierna y se mordió los labios;

51 su corazón se puso triste y su espíritu quedó inquieto.

52 Pero a la vista de Ea, su retoño, sus recriminaciones se disiparon:

53 «Hijo mío, tú que provocaste la guerra,

54 ¡asume la responsabilidad de lo que tú solo has hecho!

55 Tú has encadenado a Mummu y diste muerte a Apsu,

56 ¿dónde encontrar mejor antagonista de la furiosa Tiamat?.

57 ¿No eres el oráculo de la sabiduría,

58 el consejero de los dioses, Nudimmud?»

59 Con palabras suaves y una expresión calmada

60 Ea abrió su boca:

61 «¡Oh, espíritu profundo, que decretas el Destino,

62 que sólo tú tienes el poder de producir y aniquilar!

63 Anshar, espíritu profundo, que decretas el Destino,

64 que sólo tú tienes el poder de producir y aniquilar.

65 Quiero decirte algo, cálmate un momento

66 Y considera que hice una obra útil.

67 Antes de que matara a Apsu,

68 ¿quién pudo haber previsto la situación actual?

69 Antes de que le diera un rápido fin,

70 ¿cuáles eran las circunstancias?»

71 Cuando Anshar escuchó el discurso, lo recibió con agrado;

72 estando de acuerdo, dijo a Ea:

73 «Hijo mío, tus obras son dignas de un dios,

74 Eres capaz de dar un golpe feroz e inigualable [...]

75 Ea, tus obras son dignas de un dios.

76 Eres capaz de dar un golpe feroz e inigualable [...]

77 Ve ante Tiamat y apacigua su ataque,

78 [...] su furia con tu encantamiento».

79 Escuchó el discurso de Anshar, su padre.

80 Tomó el camino hacia ella, siguió el camino hacia ella.

81 Fue, percibió los trucos de Tiamat,

82 [Se detuvo], guardó silencio y se devolvió.

83 Entró en la presencia del majestuoso Anshar

84 dirigiéndose a él con arrepentimiento:

85 «[Padre mío], la fuerza de Tiamat es demasiado para mí.

86 Percibí su poder, y [mi] conjuro no era rival.

87 Su fuerza es enorme, está llena de pavor.

88 Es tan poderosa que nadie puede ir en su contra.

89 Su gran clamor no disminuía,

90 [Me asusté] y me devolví.

91 [Padre mío], no pierdas la esperanza, envía una segunda persona contra ella.

92 Aunque la fuerza de una mujer es muy grande, no es igual a la de un hombre.

93 Disuelve sus cohortes, rompe sus planes

94 antes de que nos ponga las manos encima».

95 Anshar gritó con intensa furia,

96 dirigiéndose a Anu, su hijo:

97 «Honrado hijo, héroe, guerrero,

98 cuya fuerza es poderosa, cuyo ataque es devastador,

99 apresúrate y ponte delante de Tiamat.

100 Apacigua su rabia para que su corazón se calme.

101 Mas, si no escucha tus palabras,

102 Dirígele palabras de perdón para que sea apaciguada».

103 Escuchó el discurso de Anshar, su padre,

104 tomó el camino hacia ella, siguió el camino hacia ella.

105 Anu fue, percibió los trucos de Tia-mat,

106 se detuvo, guardó silencio y se devolvió.

107 Entró en presencia de Anshar, el padre que lo engendró,

108 Dirigiéndose a él penitentemente:

109 «Padre mío, las [obras] de Tiamat son demasiado para mí.

110 Percibí su poder, pero mi [encantamiento] no le era rival.

111 Su fuerza es enorme, está [llena] de pavor.

112 Es muy poderosa, nadie [puede ir en su contra].

113 Su estruendo no disminuye,

114 me asusté y me devolví.

115 Padre mío, no pierdas la esperanza, envía a otra persona contra ella.

116 Aunque la fuerza de una mujer es muy grande, no es igual a la de un hombre.

117 Disuelve sus cohortes, rompe sus planes,

118 antes de que nos ponga las manos encima».

119 Anshar se quedó en silencio, mirando al suelo,

120 le hizo un gesto a Ea, negando con la cabeza.

121 Los Igigi y todos los Anunnaki se habían reunido,

122 se sentaron en silencio.

123 Ningún dios quería ir [...],

124 ni salir [...] para hacer frente a Tiamat.

125 El señor Anshar, el padre de los grandes dioses,

126 se enojó en su corazón, y no llamó a nadie.

127 Un hijo poderoso, el vengador de su padre,

128 el guerrero Marduk, impaciente por combatir,

129 Ea lo convocó a su cámara privada

130 para explicarle sus planes:

131 «¡Marduk, escucha el consejo de tu padre,

132 tú, hijo mío, que me confortas el alma!

133 Aproxímate a Anshar con reverencia,

134 date a conocer, mantente en pie; al verte él se calmará».

135 El Señor se alegró con las palabras de su padre

136 y, habiéndose aproximado, se situó de pie frente a Anshar.

137 Cuando Anshar lo vio, su corazón se llenó de alegría.

138 Él besó sus labios y disipó su tristeza:

139 «[¡Padre] mío, no estés mudo, abre tus labios!

140 ¡Voy a partir, a cumplir el deseo de tu corazón!

141 [¡Anshar], no estés mudo, abre tus labios,

142 [voy a par]tir, a cumplir el deseo de tu corazón!

143 ¿Qué varón hasta ahora ha empeñado la lucha por ti?».

144 «¡Hijo mío, Tiamat, una mujer, avanzará contra ti en armas!».

145 «[Padre mío] y progenitor, estate alegre y contento;

146 ¡vas a pisar prontamente la nuca de Tiamat!

147 [Anshar, padre mío] y progenitor, estate alegre y contento;

148 ¡vas a pisar prontamente la nuca de Tiamat!»

149 «¡Hijo mío, tú que conoces toda sabiduría, [marcha],

150 calma a [Tiamat] con tu augusto conjuro!

151 ¡Haz avanzar a toda velocidad el carro de guerra de las tormentas;

152 pero si ella no cede al ataque, devuélvete!»

153 El Señor se alegró con las palabras de su padre

154 y con su corazón exultante le dijo a éste:

155 «Señor de los dioses, que fijas el destino de los grandes dioses,

156 si yo, realmente, como vengador tuyo,

157 voy a aterrorizar a Tiamat para salvaros,

158 convoca la Asamblea y proclámame un destino trascendente.

159 En la Sala de las Deliberaciones sentaos alegremente juntos

160 y haz que, con mi palabra, yo determine los destinos en vuestro lugar:

161 ¡Que nada de lo que yo vaya a determinar sea cambiado,

162 y que toda orden proferida por mis labios permanezca irreversible, irrevocable!»


Tablilla III


1 Anshar, entonces, abrió la boca

2 y dirigió estas palabras a Kaka, su visir:

3 «Oh Kaka, mi visir, que alegras mi corazón,

4 voy a enviarte junto a Lakhmu y Lakhamu.

5 Tú, que sabes juzgar bien y que puedes discurrir,

6 haz venir ante mí a los dioses, mis padres;

7 que todos los dioses avancen hasta acá;

8 que mantengan conversaciones y se sienten para el banquete;

9 que coman su pan y beban su cerveza;

10 que fijen su destino a Marduk, su vengador.

11 Vete, parte, Kaka, y preséntate ante ellos

12 y repíteles todo lo que voy a decirte aquí:

13 “Vuestro hijo, Anshar me ha enviado

14 para exponeros con detalle los dictados de su corazón:

15-52 = II, 11-48

53 Yo he enviado a Anu, pero no pudo hacerle frente;

54 Nudimmud quedó aterrado y se devolvió.

55 Entonces se adelantó Marduk, el Sabio de los dioses, tu hijo,

56 pues su corazón le había empujado a hacer frente a Tiamat,

57 pero me declaró expresamente:

58-64 = II, 156-162

65 Daos prisa en venir y fijadle pronto vuestro destino

66 para que él vaya a hacer frente a vuestra poderosa enemiga».

67 Se fue Kaka y dirigió sus pasos

68 hacia Lakhmu y Lakhamu, los dioses, sus padres;

69 ante ellos se prosternó y besó el suelo,

70 después se levantó y, de pie, se dirigió a ellos:

71-124 = II, 13-66

125 Cuando Lakhmu y Lakhamu oyeron esto, gritaron en alta voz

126 y todos los Igigi se exclamaron agriamente:

127 «¿Qué hostilidad hemos cometido para que ella haya tomado esta decisión?

128 ¡Nosotros no sabíamos lo que Tiamat hacía!»

129 Todos los grandes dioses que decretan los destinos,

130 reunidos mientras iban,

131 entraron en presencia de Anshar y quedaron llenos [de alegría],

132 se besaron unos a otros en su Asamblea [...]

133 y tuvieron un conciliábulo y se sentaron para el banquete.

134 Comieron su pan festivo y bebieron su cerveza,

135 sus copas de beber llenaron de dulce licor.

136 Sorbiendo así la enervante bebida, sintieron sus cuerpos aflojados

137 y sin la menor preocupación se les exaltó su corazón,

138 y para Marduk, su vengador, fijaron así el destino.


Tablilla IV


1 Prepararon para él un trono principesco

2 sobre el que, en presencia de sus padres, se sentó para la soberanía:

3 «¡Sólo tú, tú eres el más importante entre los Grandes dioses!

4 ¡Tu destino no tiene igual, tu mandato es como el de Anu!

5 ¡Oh Marduk, tú eres el más importante entre los Grandes dioses!

6 ¡Tu destino no tiene igual, tu mandato es como el de Anu!

7 Desde este día tus órdenes serán irrevocables,

8 exaltar o rebajar dependerá de tu mano.

9 ¡Tu palabra será verdadera, tu mandato infalible,

10 nadie, entre los dioses, traspasará tus límites!

11 Y, como nuestros lugares de culto tienen necesidad de un administrador,

12 tú tendrás tu lugar asignado en nuestros santuarios.

13 ¡Oh Marduk, a ti sólo, nuestro vengador,

14 te hemos conferido la realeza sobre la totalidad del universo!

15 Cuando te sientes en la Asamblea, tu palabra será la suprema

16 y tus armas, infaliblemente, aplastarán a tus enemigos.

17 ¡Oh Señor, salva la vida de los que se confían a ti;

18 pero derrama la sangre del dios que haya concebido el mal!».

19 Habiendo colocado en medio de ellos una constelación única,

20 dirigieron estas palabras a Marduk, su primogénito:

21 «¡Señor, si tu destino es el primero entre los dioses,

22 ordena que se realicen la desaparición y la reaparición;

23 a una palabra de tu boca que esta constelación desaparezca

24 y a una nueva orden que aparezca intacta!».

25 A su palabra, según su orden, la constelación desapareció

26 y a una nueva orden la constelación quedó restaurada.

27 Cuando los dioses, sus padres, vieron (la eficacia de) su palabra,

28 lo saludaron alegremente: «¡Sólo Marduk es el rey!».

29 Y le entregaron el cetro, el trono y la insignia real (bastón).

30 Después le dieron un arma sin rival que abruma a los enemigos:

31 «¡Vete, pues, a cortar la garganta a Tiamat

32 y que los Vientos lleven su sangre para dar la noticia!».

33 Habiendo fijado el destino al Señor, los dioses, sus padres,

34 lo hicieron ir por el camino del éxito y de la dicha.

35 Él se construyó un arco y lo destinó a ser su arma;

36 le colocó una flecha y le tensó la cuerda.

37 Para blandir su garrote lo agarró con su derecha

38 y colgó el arco y el carcaj a su costado.

39 Dispuso sobre su frente el relámpago

40 y rodeó su cuerpo con ardientes llamas;

41 hizo una red para atrapar en ella a Tiamat,

42 reunió a los Cuatro Vientos para que nada de ella escapara:

43 El Viento del Sur, el Viento del Norte, el Viento del Este, el Viento del Oeste.

44 Colocó a su costado la red, regalo de su padre Anu;

45 creó además el Viento Malvado, el Huracán, la Tempestad,

46 el Viento Cuádruple, el Viento Séptuple, el Viento Devastador, el Viento Irresistible.

47 Habiendo soltado estos siete vientos que había creado,

48 se lanzaron detrás de él para hostigar el interior de Tiamat.

49 Entonces el Señor suscitó el diluvio, su arma poderosa,

50 y montó en el terrorífico carro de la tempestad irresistible.

51 Había enjaezado y unido a él un tiro de cuatro caballos:

52 el Destructor, el Implacable, el Devastador y el Veloz,

53 de abiertas mandíbulas y con dientes cargados de veneno,

54 preparados para la destrucción, ignorantes del cansancio.

55 Se hizo colocar a su derecha los terroríficos Golpes y el Combate,

56 a su izquierda la Batalla que elimina los regimientos.

57 Como armadura estaba cubierto con una coraza terrorífica

58 y su cabeza estaba cubierta con un aura de terror.

59 El Señor avanzó, siguiendo, derecho, por su camino,

60 y se plantó donde se hallaba Tiamat.

61 En sus labios tenía un conjuro

62 y en su puño tenía una planta que extinguía el veneno.

63 En ese momento lo rodearon, los dioses lo rodearon,

64 los dioses, sus padres, lo rodearon, los dioses lo rodearon.

65 Habiéndose acercado, el Señor escudriñaba las intenciones de Tiamat,

66 y buscaba también conocer los planes de Kingu, su esposo.

67 Cuando los hubo visto, su reflexión quedó turbada,

68 su voluntad quedó disipada y alterada su capacidad de actuar.

69 Igualmente, los dioses, sus aliados, que caminaban a su lado,

70 quedaron perturbados en su espíritu al ver así a su campeón y jefe.

71 Sobre él, Tiamat, obstinada, le lanzó un conjuro

72 y con sus labios le profirió mentiras:

73 «¡[...] su Señor, los dioses se levantarán contra ti!

74 ¿Es que se han reunido para su [pro]vecho o para el tuyo?».

75 Entonces el Señor, habiendo [suscitado] el diluvio, su arma poderosa,

76 dirigió estas palabras a Tiamat, que estaba enfurecida:

77 «¿Por qué eres agresiva y arrogante,

78 y meditas desencadenar el combate?

79 Por tu falta tus hijos han huido y ultrajado a sus padres,

80 y tú, que los has engendrado, rechazas toda piedad!

81 Has nombrado a Kingu para ser tu esposo;

82 tú lo has instalado indebidamente sobre el trono supremo.

83 Contra Anshar, el rey de los dioses, tú maquinas el mal

84 y contra los dioses, mis padres, has confirmado tu perversidad.

85 ¡Que se equipe tu ejército, que ciñan sus armas,

86 y acude a mi encuentro para que yo y tú choquemos en combate!».

87 Al oír Tiamat estas palabras

88 enloqueció y perdió su razón.

89 Tiamat gritó fuerte y ferozmente;

90 sus extremidades inferiores se agitaron,

91 murmuró entonces sus encantamientos y no cesó de lanzar conjuros.